Entre imagen y vocación
- Entre Políticos
- 2 dic 2020
- 2 Min. de lectura
Por Arandeny Curiel
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Para la política la imagen es una herramienta que forma parte de un proceso, es un método dentro de la estrategia para acceder al poder; es un recurso, un instrumento; un medio, para un fin. La imagen política se debe utilizar de manera estratégica, oportuna y eficiente, y su efectividad depende precisamente del poder que pueda generar, es decir, de las oportunidades y efectos que produzca para influenciar, por ejemplo, el candidato en una campaña electoral.
Si vemos a nuestro alrededor podemos presenciar grandes fracasos políticos por no saber comunicar, estamos viviendo en una época compleja y confusa en lo económico, lo social, lo cultural y claramente en lo político; nos encontramos con una gran crisis de representatividad política, porque las personas que tienen el poder o aspiran a él, no están preparadas o se encuentran rodeadas de personas sin conocimiento o capacitación para aconsejar en el actuar político. El concepto de Imagen Política es relativamente nuevo, evidentemente tiene que ver con imagen pública, pero se fusiona con la política y lo político; la imagen no solo es una herramienta de la política, sino que es un proceso en sí misma.
Cada movimiento que se hace en la comunicación, en la imagen, y en los distintos procesos políticos son calculados, o al menos lo deberían ser, el punto es buscar siempre la aspiración o conservación del poder político y social; se requieren conocimientos y estrategias muy precisas para llegar a la meta política que se ha propuesto. Es bastante claro que la Imagen Política tiene como único objetivo acceder al poder, pero la imagen no lo es todo en la política y menos en el político quien es el que se dedica a la práctica y la acción política; se debe sobre pasar la idea de generar publicidad vacía y “bonita” que atraiga a toda costa a los electores, si queremos sobrepasar la crisis de representatividad también tenemos que comenzar a generar estrategias que nos permitan diferenciar los verdades políticos con vocación de dedicarse a trabajar para y por el bien de los ciudadanos de los políticos poco preparados, que practican una forma populista de hacer política y tiene ideas difusas sobre lo que es ser político, porque aunque existe una línea muy delgada entre un candidato y un gobernante, son dos etapas distintas del proceso de acceder y ejercer el poder.
Nuestra mente es capaz de ir más allá de lo que vemos a simple vista, nuestras acciones y decisiones parten de las cosas que percibimos inconscientemente, por ello es importante una interacción de fondo y forma entre el candidato o político con los ciudadanos por medio de las herramientas de la comunicación, pero aunque esta era global, de comunicaciones, de internet, y de la influencia de los medios que solamente nos permiten ver una parte del todo, debemos siempre tratar de incorporar la ética, los valores, la cultural y la educación en el proceso de toma de decisiones político.
Referencias
Eugenie, R. (2008). Álvaro Uribe: la comunicación por la imagen. Principios de marketing político. Revista Opera (8), 73-100. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4020645
Zamorano Medina, E. y Losada Díaz, J. C. (2011). La imagen del candidato electoral: Hacia una integración de su dimensión racional y emocional. Cuadernos de Información (29), 9-24. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3795102
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